perros leguleyos de mierda

No hay NADA que me empute más que el hecho de un tránsito de la Villa deteniéndome por cualquier razón. Me hierve la perra sangre cada vez que por azares de mi relativa pendejez tengo que interactuar con los representantes de esa triste estirpe ignominiosa y decandente. Mi infracción eterna es no traer licencia. La otra -mi favorita- pasarme los altos, asi que cuando me detienen va por partida doble el pedo. No es que sea mi hobbie ni que me entusiasme retar el orden vial ni mucho menos; la mayoría de las veces tengo que culpar a mi déficit de atención por las pendejadas que hago al manejar (jaja, el paronón.. no, en serio). Estoy convencido que los representantes de la ejecución de las leyes viales no solo deberían estar plenamente capacitados en el ámbito estrictamente legal, sino tambien en el de la interpretación de las situaciones específicas enrmarcadas dentro de éste mismo cuando hay que aplicar sus criterios.

Aqui es donde comienzo a odiar a la mayoría de estos cabrones. ¿Qué hace un tránsito? Aplica la ley de manera parcial, segun el articulado del librito que le obligaron a aprenderse de memoria y que en lo absoluto hizo. Iba yo por 20 de noviembre rumbo al rey colimán. A la altura del Fray Pedro exactamente hay dos semáforos seguidos; no hay ni siquiera 20 metros que los separen. Es RIDICULO tener 2 semáforos en paralelo, y dado que los ayuntamientos de estas putas ciudades no han podido solucionar de manera más creativa el incremento del flujo vehicular, hemos de soportarles este tipo de rudimentarias arbitrariedades que putean balatas, madrean suspensiones y exasperan ánimos. Ambos estaban en luz roja y he de confesar que el primer semáforo me valió verga de manera inconsciente, siendo 5 metros después que me detuve en el siguiente para esperar la flecha y dar mi respectiva vuelta. Sabía que me había pasado el puto alto pero se me hizo absurda la medida, sin embargo, no me iba a poner a hacer un análisis situacional de los cómos y porqués del rollo éste. Era la pinche 1 de la mañana, no habia vehículo alguno transitando por la avenida y mi acción irresponsable se había convertido en un acto casi anónimo. No representó riesgo alguno en ningún sentido. Voltée a mi alrededor para ver si algun tránsito merodeaba, y nanais. Verde: doy vuelta y 10 segundos despues observo por el retrovisor una patrulla dando vuelta en putiza tratando de alcanzarme.

Su ímpetu por detenerme creo que fué aún más jodido y pudo haber puesto en riesgo más, en un sentido estrictamente hipotético. Llega a mi ventana y espeta "buenas noches, se pasó el semaforo a la mala". En ese instante imaginé como me bajaba del auto y le gritaba a menos de 5 centímetros de su jodida humanidad la indignación que me causaba su ignorancia, su ocio, su arribismo, su falta de criterio y su pobre, parcial y subjetiva interpretación de la situación por la cual estaba a punto de levantarme una boleta de infracción. Me pase una luz roja que en horas pico pudiera tal vez prevenir de algún accidente, sí, pero que a la 1 de la puta mañana, sin tráfico pesado, es completamente inservible y ridícula, dado que 5 metros despues hay otra luz más.

Y aqui viene la parte interesante. Estamos tan acostumbrados a la inercia de nuestras pinches vidas que generalmente nunca nos preguntamos cómo es que éste tipo de situaciones están configuradas. Las leyes no las hizo dios, maldita sea. No son dictámenes divinos e impuestos por una entidad supretarrenal sabelotodo. Las hacen cabrones. Cabrones que a través de la casuística tratan de anticipar todos los posibles rumbos de una probable o probables situaciones, con todas sus excepciones. Pero no son infalibles. Lo son tanto, que en este país al parecer los tránsitos no solo son los encargados de ejecutar la ley, sino de interpretarla y emitir juicios técnicos en función de una serie de variables vinculadas a un criterio netamente personal; es decir, los transitos son testigos, partes (de la ley) y jueces al mismo tiempo. Tienen el poder de decidir -sin que importen las replicas argumentativas del afectado (si es que no acepta el juicio del tránsito) - si uno infringió de facto la ley o no.

Es una aberración, me cae. Es una verdadera cagada que un cabrón que apenas acabó la puta prepa no solo ejecute lo que le dice el librito, sino que también tenga el poder de levantar una sanción administrativa y económica efectiva a voluntad según su propio juicio subjetivo. EL es el municipio en ese momento. El es TODA la puta ley, y tiene el poder de determinar si soy un infractor que DEBE pagar lo que el considera que la ley condena. Existen sistemas (en otros países porsupuesto) donde estos cabrones siguen la receta de cocina, pero no tienen el poder de sancionarte en el acto (dado que son solo parte del proceso, no el proceso completo), sino que en vez de boleta de infracción te emiten un citatorio para que acudas a un juez a explicar qué putas madres hiciste. UN J-U-E-Z!! Puta, me citan a una audiencia con todo y el tránsito para realizar una exposición de motivos, con la finalidad de que el juez ahi presente, con tooooda la puta preparación que le antecede en el terreno de las leyes, analice, valore y dictamine el pedo.

Haciendo una investigacioncita me encontré con que puedo demandar este tipo de abusos. Aqui en Mecsicou's paradise no es novedad descubrir que nuestro sistemita esté lleno de hoyos. Existe toda una serie de argumentos jurisprudenciales para este tipo de casos. En el mío, la impugnación es más que entretenida y hasta divertida! Por aqui transcribo solo algunos de ellos:

"TRANSITO, MULTAS DE.

Una infracción y una multa impuestas por un agente de tránsito como parte, testigo y juez, en cuya acta se limita a asentar escuetamente "pasar alto con señal de semáforo", carece de motivación en realidad, pues por una parte no explica en forma clara y completa las circunstancias de la infracción. "

No no no, y esta es mucho más cagada, jaja:

"Las infracciones levantadas a los conductores por cruzar la línea de alto después de cambio de luz, derivan de una apreciación muy subjetiva del conductor y del agente de tránsito, pues se trata de fracciones de segundo en que se debe apreciar si la distancia de la línea, la velocidad del auto y la duración de la luz ámbar da oportunidad o no de detener el vehículo antes de la línea sin crear una situación de peligro, y si la luz ámbar da oportunidad de terminar de cruzar antes de la luz roja. Y en esas condiciones, ante la ineludible disyuntiva en que se coloca el juzgador entre aceptar una versión u otra, y ante los evidentes peligros de error que hay en aceptar una de las versiones, lo menos que puede exigirse es que las actas de infracción sean cuidadosamente motivadas en estos casos, de manera que de ellas se desprende claramente cuál fue la versión de los hechos afirmada por el agente de tránsito, quien resulta Juez y parte en la imposición de la multa, para determinar con un relativo margen de seguridad legal la aplicabilidad de la sanción prevista en la forma relativa. "


Pinches abogados marigüanos. Pero esta chido. Lo que sigue es meterle el pito al ayuntamiento y cagarme de risa en sus jetas, porque señores, yo no voy a pagar NI MADRES. Viva el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, yeah.