harakiri.

Andrea Echeverri dice que la música es amor. Yo levanto la mano (y se la agarro pa que me lleve a donde quiera pues), porque hay que levantarla. La música, como todo arte, debe amarse chingado. Pero no es un amor como el de la ecuación sentimental entre la raza, nel. Ese es otro pedo que implica energía que en el arte puede obviarse. Y no, no hay presunción alguna en mi sugerencia (para una "definición" de arte ahi está wikipedia (órale, ejerciten sus falanges bola de güevones, ni crean que les voa poner el link)). La neta es que no me interesa generar controversias pendejas pa arribistas apantallapendejos que se desgañitan leyendo a Kant o a Heidegger. Estética, arte, belleza; mucho pinche tiempo perdido marigüaneando para crear categorías y definiciones alrededor de la abstracción humana.

La cuestión es que escucho y hago música, y me vale mil vergas en que subcategoría del arte se inscriba mi ímpetu. Cuando amas algo tan apasionadamente pasas a ser parte del mundo, por lo que las etiquetas dejan de importar. Es, en ese instante, que uno es propenso a la lucidez. Y hay motivos para refugiarse en una claridad tan cegadora en estos tiempos. Para Nietzsche, sin música la vida hubiera sido un error. Su reflexión es más que exacta para mártires como yo, que creen que sacrifican y desperdician su existencia en una vida ilusoria y sin sentido (sí sí ya se, basura solipsista que de hecho me encanta, por lo que estoy lejos de justificarla), y que juran que gracias a la incomprensión de su anomica personalidad es que destacan en el circo donde los demás son enanos.

...Uno cree, dije.

Ok, creer eso no es propio de alguién lúcido pues. Tender al martirio es más una estupidez. Pero bueno, nadie es perfecto.




...





De hecho, no sé ni por que putas madre comencé a escribir esto.


Bueno sí sé, el pedo es que me puse demasiado desgarrador con esto de hacer una introducción para hablar de unas rolitas que grabé con un compa en semana santa y que después (porque ahorita ya me emputé conmigo mismo por mamón) voa trepar aqui.

Sí, la música es pocamadre, sí. Sí, la amo, sí. Sí, a nadie debería importarle mas que a mí, sí. Acabo de hacerme jaque mate. A la verga esta entrada.







p.d. Cuando muera de influenza, quiero que en el mero merito lecho de agonía fiebrosa saquen un estéreo y me pongan repetidamente la rola de "to kill a dead man" de portishead. Están avisados (por si alguien de los que lee esta madre se toca el corazón eDÁ).