Monday, January 19, 2009

sueña rock (I). una apología obligada.

imagen de la colección "el jodido emo que todos llevamos dentro", diciembre 2008




Héctor Rodríguez.



Recuerdo haber tenido siempre mi cuerpo lleno de música. Desde morro estuve al pedo con las colecciones personales de mi jefe, un arquitecto de aproximaciones y gustos harto variados en el delicado arte del playlist. Rocanrolitos, salsas, cumbias, merengues, baladas, mariachi, ranchero... la carpa de lo suigeneris les quedaba estrecha a mis progenitores. La miscelánea que se cargaban a la hora de ponerse musicales no fué, en definitiva, de la que decidí asirme a lo largo de esa etapa intermedia en la que uno va definiendo qué y qué no es. Conozco a banda a la que se le hincha la boca cuando cuenta sobre los inicios e influencias que los llevaron a identificarse con géneros como el rock o el jazz. "Mi padre y mis hermanos escuchaban desde Coltraine y Miles hasta Quiet Riot y Twisted Sister, de ahi mi gusto por la música"

Bueno ps ser primogénito a veces no ayuda a empezar procesos de forma tan idónea, sin embargo, puedo jactarme de poseer un amplio y sofisticado gusto por la música. Cuando uno esta morro a todo le entra, máxime cuando emana de la influencia parental. Me recuerdo en la primaria cantando popurris de los teen tops, locos del ritmo, platters y demás grupillos covereros, en la sala de mi casa, cuando nadie escuchaba. Hasta bailaba, ja. Era todo un versátil. Cuando no era rockanrolito, me ponia compilaciones guapachérrimas: tropirrollos, rulli rendo, sonora santanera y hasta una que otra de la celia cru'. La costa en todo su esplendor. De ahi recuerdo los pinches viajes a Vallarta por la libre, con sus abominables curvas de suprema güeva y guacara incluida, escuchando a jose josé, juan luis guerra, emmanuel, franco, miguel bosé y el ídolo máximo de mi jefa en aquel entonces: roberto carlos.

Pasé por todos ellos y sus símiles contemporáneos. Pasé por el pop mexicano ochentero de timbiriche, flans, pandora, fandango, microchips y réplicas posteriores. Puedo decir que en algun momento -y a voluntad propia- me involucre incluso con la escucha de algunas piezas de música clásica, por extraño que pudiera parecerme ahora. Eso obedeció más a lo que en su momento me hicieron sentir dichas composiciones, que a cualquier otra cosa. Nunca fui muy de clavarme con compositores clásicos. Recuerdo haberme metido con refritos como Von Karajan o incluso con el cursi derramamiel de Richard Clayderman. Fué extraño como operaron mis fijaciones de casi inmediata caducidad en ciertos momentos de mi pre-adolescencia.

En los ultimos resquicios de esta etapa me empecé a involucrar con ondas como el reggae fresón de UB40, mezclándolo con aberraciones ratificadas como vanilla ice y gerardo, metiendo también algo de glam rock y pop ochentero tardío pero en inglés. Este gusto deforme incluso empeoró cuando empecé a escuchar algo de house chafa y rollos electrónicos bailables como technotronic, 2unlimited y C+C music factory. En aquellos ayeres le metí durísimo al dancing y no había tardeada o fiesta de 15 años en la que no moviera mi escuálido trasero al ritmo de estas rítmicas obritas maestras del kitsch.

Me repasé igualmente a inicios de los noventa de manera muy somera a algunos de los principales exponentes de la denominada corriente "rock en tu idioma", que la neta catapultó a uno que otro grupillo que realmente la armaba, y que incluso hasta hoy puedo valorar en su justa dimensión. Entre los que me dosificaba estuvieron los toreros muertos, hombres G, los amantes de lola, caifanes, kenny y los electricos, y algunos otros que ahora se me escapan. En esta misma etapa chilaquilera descubrí el gangsta rap de N.W.A a cargo de Ice Cube, Dr. Dre, Mc Ren y Easy-e, genios del género.

El momento de quiebre en mi vida musical llegó gracias a un primo hermano. Gran parte de los veranos noventeros (hasta mediados de década) me lanzaba al DF a cotorrear a ese vato. En ese entonces mi primo tocaba el bajo en un grupo de covers donde sinceramente, el era el mas novel de los integrantes; aun así, sonaban pocamadre. Su cotorreo me llegó hasta la médula y me marcó. Su banda de rock fué la primera que vi tocar en vivo en mi vida, aunque en realidad se tratara aquello de un ensayo. El shock: el lugar de ensayo era el cuarto del guitarrista, un cabron de greña larga y familia rica, quien tocaba la pinche guitarra como el mismísimo diablo. La casa era una especie de mansioncilla con un putero de cuartos, jardines, alberca, etc. Recuerdo haber sido un fantasma ese preciso dia en que fuí desvirginado: rios de alcohol, mota a discreción, groupies a lo bestia, posters de hendrix y altos decibeles.

Al salir de esa casa, ese día, supe que ya era esclavo irreductible del rock. La colección de discos de mi primo fue uno de mis primeros objetos de culto. Ahi estaban: queen, metallica, spin doctors, pearl jam, nirvana, megadeth, red hot chili peppers, aerosmith y litfiba, pa empezar. Mis primeros dos discos de rock fueron los greatest hits de queen. Mercury tenia 3 o 4 años de muerto, y yo apenas escuchaba sus genialidades. Posterior a queen y ya en mi terruño, me encontré con que banda de la escuela estaba comenzando a involucrarse con ese fenómeno que cambiaría nuestras putrefactas vidas para siempre: el grunge.

El grunge fué para mi lo que el punk fue pa la raza setentera. Intercambiábamos discos como si fueran barajitas y nos estimulábamos con recomendaciones de nuevas bandas, aunque realmente no teníamos muchos recursos para descubrir nuevos nombres, a excepción del Mtv latino que todos los días nos narcotizaba a traves del canal 32 de telecable. Ruth, Gonzalo, Alfredo y Daisy Fuentes a la cabeza. Esos cabrones se convirtieron en mis glosarios del rock, particularmente Alfredo el chileno y Ruth la argentina. Raizonica, Headbangers, Nación Alternativa, lado B; los mejores programas. Eso a mediados de los noventa, cuando Mtv no era basura y en efecto ofrecía una barra programática dedicada a la música, con auténticos Vj's.

Con ésta revolución en nuestras mentes y cuerpos, los aludidos comenzamos a sentir un ímpetu explosivo por la música en toda la extensión de la palabra. El rock se había instalado ya en nuestras prioridades adolescentes, cual fallo genético incurable. Y de ahí, la idea última y mítica de formar una banda. De la primera elucubración al primer ensayo pasarían algunos meses. Los criminales con quienes formaría mi primer banda sería gente que hasta la fecha forma parte de mi circulo de amigos mas cercanos. Beto "slash" ex guitarra de la banda colimense Delasónica, y Edson, actual lider del proyecto Djang Project, fueron los carnales a los que se les instaló en la mema la idea de emular a ídolos inalcanzables, igual que a mi. El desastre de los primeros ensayos consistía básicamente en realizarnos puñetas mentales rockanroleras mientras aprendíamos a establecer una dinámica de ensayo seria, para lo cual pasarían varios meses.

Beto se habia comprado una telecaster de mil quinientas bolas y edson un jazz bass fender como de otras dos mil lanas, hecho en México, ambos instrumentos sublimes y demasiado serios como para no aprender a tocarlos como se debe. Yo me aventuré a cantar ya en forma mucho mas seria, dejando a un lado los encerrones de cuarto donde a los más altos volúmenes pretendía ser vedder o de la rocha. Recuerdo que esos primeros ensayos en realidad se centraban en el rollo de ir a observar como beto, edson y ruben, este ultimo un malogradísimo baterista que nunca lo fué y que duró un par de semanas en nuestro "proyecto", aprendían a tocar sus respectivos instrumentos a la orden del gran "voltio", amo y señor del multiinstrumentalismo local y poseedor de la fábula histriónica a la que cualquier pasante de rockero tenía que someterse. Rudy Meraz, alias "el voltios", era en aquel entonces una institución un tanto sobrevalorada dentro de la famélica escena del rock local. Tenía su propia banda y enseñaba a tocar batería, guitarra, bajo, y creo que hasta daba clases de canto y origami. No creo que edson o beto hayan aprendido algo del cabron, sin embargo agradezco su iniciativa de buscarlo ya que debido a esto es que puedo decir que tuve contacto con el personaje. A final de cuentas, beto y edson aprendieron a tocar a partir de tablaturas. Y se hicieron los covers.

Mi primer banda con ellos se llamó "la caída". Nuestro primer cover fué "the man who sold the world", original de Bowie y covereada por nirvana en aquel entonces. Despues siguieron básicos como "creep" de radiohead, varias rolas de live, offspring, stp, pearl jam, greenday y U2. Nuestra primera presentacion en vivo fué en una fiesta del colegio campoverde, y jamas la olvidaré. No tanto por el shock de haber sido la primera vez que nos enfrentábamos a la adrenalina propia de un acto en vivo, sino porque alternamos con otra banda local de covers llamada "cardumen", liderada por el que me atrevo a llamar el "cobain" de ese instante (al menos en actitud), Alejandro Alpuin el "kissy", quien en la cuarta o quinta rola agarró una guitarra acústica y la hizo pedazos mientras gritaba y brincaba para sorpresa de la bola de perros mochos que tenía en frente. Fué arte para mis ojos. La etapa de "la caída" fue larga (casi toda la prepa) y accidentada en su alineación. Desfilaron varios cabrones pero siempre manteniendo estables a beto, edson y a mi. Llegamos a tener dos bateristas dentro de la banda; uno para tocar rolas con feeling y otro para rolas donde se requería mas velocidad. Pendejadas, jeje.

Realmente pasó mucha raza por "la caída", pero puedo decir que la alineación final fue la mejor de todas. Beto, edson, chompi, branko y yo, los machines del cover local, o al menos asi nos sentíamos. Eso por alla de 1996. Ya llovió. En verano de ese año me largué a los angeles a partirme el lomo. Habia terminado la prepa y la vibra emancipadora me habia pegado duro. Adios Colima, hello megalópolis. Los Angeles fué un monstruo intimidante para mi ranchero curriculum como ciudadano del mundo. Pese a ese detalle, me adapté rapidamente a su dinámica y me enamoré de su alienante energía. En los angeles fué donde forjé todo mi caracter de rockero improvisado, al asistir a los mejores conciertos de los que tenga registro mi memoria. Rage against the machine fue el primero del que pude dar cuenta por aquellos rumbos, de ahi: tool, prodigy, offspring, silverchair, helmet, primus, limp bizkit, 311, fishbone, throwing muses, L7, foo fighters, pantera, james, deftones, far; una clinica con chad smith, lollapalooza y bueno... el sueño de todo morro apendejado.

Estuve por aquellos lares casi dos años, partiéndome la carcasa en un restaurante y asistiendo a festivales, conciertos y bares donde el rock fuera la constante. Alla me compré una bateria que todavía mantengo, y la cual cuido como si fuera el santo grial. La idea de tocar batería ya se me había metido en la mema y tenía que sacar ese impulso a como diera lugar. De regreso en Colima me puse a aprender de oído, clavándome en la deconstrucción de rolas e interpretando el sonido a voluntad. Una vez aterrizando en el terruño también me di a la tarea de comenzar a buscar un espacio donde poder cantar. Edson y beto estaban ocupados con una banda llamada "los cuervos", donde tocaban los hermanos "distor" (jeje, ese apodo era la onda), jorge y luis navarro, excelentes músicos. Despues su bandilla mutó a una cosa rara para finalmente desaparecer.

Regresar a Colima generó en mi una profunda necesidad de materializar lo experimentado en Los Angeles. Queria una verdadera banda de rock. Queria componer y formar parte de un proceso serio donde pudiera probarme que era capaz de hacer música sin la debida instrucción. Queria someterme al arte de lo empírico y reinterpretar con mis propios medios y a mi nivel toda esa información e influencia de la que habia sido objeto. Porque a final de cuentas, ya no había vuelta atrás. El rock se había convertido en elemento vital que hacía las veces de anestésico y narcótico para el diario cotidiano, en un lugar en el que la vida laceraba toda vanguardia y reprimía silenciosamente aquel que se atreviera a ser diferente.


______________________


Dos precisiones al margen: Es correcto cuando Edson, despues de leer este post, le recuerda al que suscribe dos datos biográficos relevantes a ésta crónica: 1. el apodo de los hermanos distor jamás se refirió a Jorge y Luis Navarro (myyyy fault), sino a Arturo Castañeda y su carnal, y fué mentefacturado por el gran Pibe, un buen amigo, armoniquero y amante del blues. 2. El primer cover que logramos tocar decentemente en "la caída" no fué the man who sold the world, sino "come out & play" de the offspring. The man who sold the world -efectivamente- jamás logramos sacarla al pelo, y cuando la tocabamos, los perros aullaban. Perdón Bowie.



Thursday, January 15, 2009

Larga vida a las reinas de la edad de piedra




Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoool
Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoool
Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoool, ooohhh
Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoooooooooool

CCCCCCCocaineee!

=)

CCCCCCCocaineee!

CCocaineee!

CCCCCCCocaineee! eaaaaa....

eaghhh....

eaaggghhhhhh


Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoool

Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoool, ooooooooooohhhh
Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoool
Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoool...
Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoool
Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoool...

CCCCCCCocaineee!
CCCCCCCocaineee!
CCocaineeeeeeeeeeee! =)))))

Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoooooooooool

Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoooooooooool, ohhhhhhh
Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoooooooooool, ooohhhh
Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoooooooooool, ohh

Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa ecstasy and alcohoooooooooool, ooohhhh
Nicotinee valiuuum vicodinnn marijuanaaa CCCCCCocainnnnnneeeeeeeeeeeeeee! ugh!






.

discordias morales. el arte del mal gusto.

Héctor Rodríguez.



Me considero un animal sexual; de esos primates seudopensantes que todo lo erotiza por natural impulso. No es nada chido transcurrir la vigilia completa en estado de etéreo estrés intermitente, pensando en que me podría coger a medio mundo si las circunstancias evolutivas, sociales y morales no representaran un problema. La purga introspectiva es constante y desgastante y me mete en severos pedos, más desde que la pregunta última tiene que ver con mi paroxística fijación hacia el acto sexual. Me designo enfermo convicto de variadas parafilias de la mas normal perversidad; esto es, no hay pedo conmigo, en serio.

Empezar este texto autorreferencial escribiendo sobre mi impulsividad sexual podría no tener sentido, y sí algo de riesgo. No querría exhibirme a final de cuentas. Es solo que me vale pito, porque me interesa madres que nadie/alguien lea esto. Yo sí leí. Leí una entrevistucha que le hicieron a una tipa de la universidad de colima (de esas docentes precoces que se juran ungidas por javhé por ejercer en una universidad panteonera) donde declara que los blogs son armas de doble filo, por aquello de la nula regulación de contenidos (entiéndase libertad total de expresión) vs. el libertinaje lexicográfico que puede meter en problemas a la banda.

Creo que el profundo análisis de la novel maestra es una obviedad, y francamente habría que recordar que en lo individual cada quien es responsable de sus actos (consejos y consecuencias aparte). Si me pongo a escribir intimidades extraídas de los cajones más jodidos de mi sique, a nadie le importa, es mi pedo. Si involucro a terceras personas por chingar, perfecto, me hago responsable, punto. Verdad es que no creo tener todavía el suficiente talento ni energía para destruir reputaciones intencionalmente o para deprimir banda al punto del suicidio. Además, la confrontación alevosa no es lo mío, soy de los que viven y dejan vivir, hasta que se meten conmigo (tss me leí rudo eh).

En fin, lo que YO quería escribir era otra cosa. Es otra cosa. Me reconocí líneas arriba como un mamífero más hormonal que pensante. Claro que si he llegado a esa conclusión es por una natural aproximación cognitiva hacia mi propia condición. Era vulgaris es música y al escucharla los QOTSA me gritan en la jeta el caos al que estoy entregado. Ser sexual no es pecado, y aunque lo fuera, me vale verga porque me cago en la religión, aunque ese arroz se cuece aparte pues. Es de universal ternurita darse cuenta que la honestidad brutal es de mal gusto entre la perrada judeo-cristiana apostólica y romana. "Hay formas de decir las cosas"... "Hay información que no es necesario divulgar". Ja, ja.

Bueno pues mi mal gusto por las netas es mi carta de presentación social. Soy prudente a discreción, y es un gozo liberador confesarme un fino pervertido permanente. Hay algo en la química hormonal que es incontrolable en el género humano, por más que los aludidos piensen para si "nel yo si sé controlar mis impulsos". Esa frase es cagadísima. Por mas lúbrico que se ponga uno, existe todo un procedimiento (de extrema güeva por cierto) para hacer operativo ese arrojo inicial. El que cree "controlar sus impulsos" es un falaz a priori, porque de facto, no los controla, los posterga.

Ejem.; 1. Adriana llega a cenar hamburguesas y al sentarse se percata que en la mesa de en frente se encuentra un ejemplar masculino que definitivamente la calienta. Su impulso es fantasear situaciones absurdas donde termina cogiéndoselo. 2. Adriana no hace nada; come, paga, se para y se va, un tanto excitada. 3. Adriana no controló nada porque no tiene nada que controlar, el impulso de hecho NO lo puede controlar, lo sufre en silencio, en segundo plano, y se entrega a este al final, cuando llegando a su casa se mete a su cuarto para dedearse, sea esa misma noche o después, en algún momento de la semana, del mes o del año, cuando se acuerde del vato.

So, afirmar que uno en efecto puede y debe resistirse a estos arranques hormonales es la cosa más horrenda, pendeja y antinatural. Los más aguerridos salen entonces con el rollo del libre albedrío, donde se desgreñan diciendo "no ps yo decido cómo, cuándo y dónde", dando a entender que las veces en las que no se decide por dichas variables es cuando uno "controla" sus pulsiones. Falso. En torno a este pedo orbita toda una cultura de personas tristes obsesas con la negación; toda una formación de actitudes perturbadas y conductas desviadas (como si la mía no lo fuera, jaja) donde la muchachada and so on se regodea en curiosidades sentimentales como el amor, la fidelidad, la pareja, etecé.

Me revuelco de la puta risa cuando cotorreo con banda que de buenas a primeras evidencia una hipocresía antológica al tratar de defender temas con el de la fidelidad o el amor. Güey, dejen de leer new age y obsérvense en un pinche espejo. Somos changos, simios, animales con un cerebrote en franco desuso. Ese brillante músculo; la panacea; el que más presumimos y del que nos jactamos hasta lo imposible, ha servido más para retroceder que para avanzar.

Anyways. Tu fidelidad temporal e impuesta y tu amor estupefaciente son ilusorios. Y no es que yo sea un hijo de puta promiscuo coge-recio ni mucho menos, es solo que sé reconocer lo que soy al momento en que se me presenta la oportunidad que generalmente no busco. Y entonces viene el espectáculo de nombrar a las cosas por su nombre: enamorarse, "comprometerse", casarse y vivir en pareja procurándose amor mutuo. Me cago de risa. El acto de enamorarse es una mera reacción neuroquímica. El "enamorado" es, simplemente, un cabrón bajo el influjo de endorfinas; un estúpido drogado. Claro que hay un chingo de fases y de tipos de amor bla bla bla, pero en el que me interesa esparcir pedacitos de caca es en el "amor romántico".

No salgo victorioso de esta debacle neuroquímica ciertamente; yo mismo he sido victima y puedo decir con profunda certeza (y vergüenza) que cada vez que me he auto medicado bajo ese diagnóstico, he renunciado a mis derechos humanos básicos. Está de la verga dejar de ser tú para ser el otro. Me apena tener que aceptar que la relativa dignidad que he construido para mi persona (aunque la parte del decoro me la pase por los güevos), ha sido mancillada por una serie de impulsos pre-primitivos romanticosexualesaspiracionaleslight que hemos sofisticado a lo cabrón. Es más irrisorio aún saberse enamorado y estar bien con ello; el estado de indefensión de la integridad y el ego es apabullante y, a decir verdad, sumamente triste en el fondo.

De cualquier forma, el estadío de pendejez individual generalmente suele durar unos meses, según yo y una serie de estudios científicos acá fresones. Bueno ps la bola de coquetos babeantes entregados a estos impulsillos románticos generalmente confunden enamoramiento con amor.

Cabe aquí la pregunta de si la fase de enamoramiento no es en realidad un bloqueo en donde el amor romántico prospera, sin embargo para mi ambas actitudes son la misma gata. "Te amo", dicen (decimos). El lugar común de ese mantra es jodidisimo. Cuando me pongo a pensar en cómo ese ímpetu se convirtió en objeto de culto, cultura, concepto y producto, es cuando más orgullo me da reconocer mi animalidad burda y sexual. La tradición ecuménica convirtió al amor en mandamiento, en absoluto, en regla, en ceremonia y contrato. Puta, que güeva. Es un chiste malísimo cómo por culpa de endorfina, oxitocina y serotonina la gente termina disfrazada en un altar, haciendo el ridículo ante la madre natura y prometiéndose falsos.

Si si si, la tradición, el folclor, la sociedad, la cultura bla bla... tuvimos que inventar ritos y pendejadas de esas para no sentirnos tan solos y para darle un poco mas de sentido a la vida humana, que bien. En fin. Ritos caducos, inservibles. Pienso en la cantidad de divorcios... en la cantidad de mujeres engañadas e infectadas de SIDA porque el marido resultó un hijo de puta borracho coge-prostitutas, o bisexual, o de plano puto. Pienso en viceversa. Pienso en la millonada de machos que buscan hembras, echándole porras a su categoría de mamíferos en el reino animal. Pienso cómo machos y hembras, al creerse seres superiores por poseer un cerebro con la capacidad de racionalizar el mundo, inhiben y bloquean en lo social el hecho de que provienen de un animal. Bravo.

Insisto. Observémonos en un espejo. Llenos de pelo, tan frágiles y a la vez tan anatómicamente ridículos. Creemos amar románticamente al otro cuando en realidad lo único que deseamos muy en el fondo es reproducirnos, aparearnos, replicarnos como pinches virus. Está impreso en nuestro código genético bola de güeyes. "No Héctor, estás mal, yo solo quiero encontrar un hombre/mujer que me quiera por lo que soy... que me comprenda y acepte"... a este grado de patetismo hemos llegado en el hecho de las relaciones interpersonales. Buscamos lástima, aceptación fácil, ya ni siquiera "amor"... solo alguien que no nos haga sentir tan rechazados, solos y/o desgraciados.

Cuando digo que en el fondo deseamos reproducirnos, no es porque en realidad así lo queramos; no güey, no es una opción ni una decisión voluntariosa, es el impulso por excelencia, estamos programados para eso, por más que nos ufanemos de nuestra sesera. ¿Donde queda tu puta fidelidad cuando dices "amar" a alguien y te masturbas pensando en cualquier otra persona, o te la pasas viendo nalgas, chichis, penes o cualquier cosa que te excite? ¿Donde quedan ambas prácticas moralinas que tanto repites en palabras?

Salgámonos de lo específico, paseémonos por los jardines de lo general. ¿Que es lo que sucede entonces con estos chamacones de hoy (y ayer)? Adolescentes y adolescentas, jóvenes y jóvenas promoviendo el libertinaje de libertinajes, a güevo! Me causa cierto delirio observar como en las prepas y universidades y oficinas de gobierno y empresas y tiendas y etcéteras, las personas solo desean cogerse. Y es que es de risa como por encima de esa verdad evidente, estas mismas personas (incluyéndome a güevo) hacen como que la virgen les habla. Como que "eres bien chida, me das tu teléfono y ps salimos por ahí a tomar un café, o qué?"

Hordas de machos y hembras en constante interacción, jugando a las reglas de lo social, de lo moral, del gran orden establecido, mientras en sus adentros a cada minuto explotan e infringen todo lo anterior. Morros videograbándose en las márgenes escolares cogiendo, fajando; empleados de tiendas de autoservicio mandando a la verga el decálogo de la empresa mientras se ponen múltiples cogidas en la bodega; el director y su secretaria haciendo lo propio en oficinas públicas ya entrada la noche; todos contra todos.

Siempre lo he dicho; el trámite de "enamorar" al otro es una treta burocrática e hipócrita, pero a veces necesaria y eficaz. Habrá veces que no opere como un trámite tácito y se torne una idiotizadora patología del yo. Varía, pero al final, la conclusión siempre es la misma.

Todo este rollo me hace recordar ahora uno de los mandamientos cristianos, a propósito de discursos pecaminosos. "No desearás la mujer de tu prójimo". No se que número sea, pero que es una enorme y definitiva pendejada. George Carlin lo expuso con profunda inteligencia: ¿cómo madres es que los cristianos han convertido en prohibitivo el acto de "desear"? Pésimo. Antinatural. No es aceptable ya que esa es una de las condiciones que nos han mantenido vivos a lo largo de nuestra competitiva y accidentada historia. Desear es lo que ha permitido a través del tiempo nuestro entero "avance" como raza. Es por ello que los ultras, rancios y atrasados religiosos la tienen errada con eso de sus pinches mandamientos. Todos deseamos la mujer/hombre del prójimo, no me chingues. Nuestros orgasmos dependen de ello en mayor medida. Y es que fuera de la acción adúltera de procurar deseos carnales con morras /morros varios, nos la pasamos anhelando, ambicionando, codiciándolo todo. "No desearas los bienes ajenos", otro mandamiento estúpido... en palabras de mismo Carlin, aspirar a lo ajeno es lo que mantiene funcionando la puta economía. "Hey! ese güey tiene el nuevo ipod... yo también quiero uno no mames!". Solo en cultos fundamentalistas pueden esbozarse ese tipo de perspectivas mochas, políticas y manipuladoras.

Pero ps es inútil. A donde quiera que voltee me topo con soldados católicos de la mas farisaica ralea. Parejitas jóvenes entregadas a la simulación y la tradición, llenos de hijos malcriados en los que ven reflejados sus escuálidos egos. "Tengo una niña y un niño, pero quisiera ahora otra niña mas y ya". Como si fueran artículos, objetos a diseñar, pequeños duplicados de uno mismo; el último acto narcisista.

Yo no quiero niños, al menos no en este momento. No quiero casarme por ningún medio. No quiero doparme ni renunciar a mi persona. Sin embargo, dicen que la gente cambia. ja, no mamen. Einstein lo expuso de mejor manera hace tiempo ya. Y ahí está, la permanente impermanencia. Me gusta, porque nadie escapa a ella. Ahí es donde me convierto en promiscuo mental, en animal, en dos hemisferios antagónicos que switchean de manera contundente sin mezclar frecuencias. Esta chido, me vibra; creo que me da más y mejores opciones que el común de los creyentes confundidos. "Entre ególatras cínicos te veas". Movámonos la cola, que la vida es complicada y no esta chido morir solo y amargado.