Thursday, January 03, 2013

Cosmopolitan me

Está la queja y estoy yo.  ¿Quién fue primero?  Llegué a este mundo en un alarido, en un grito venido a llanto, ese que todos echamos al primer contacto con el helado tufo del quirófano.  Se supone que es un reflejo pero yo estoy CASI convencido de que es una reacción consciente del tipo "no mamen yo no quería salir de ahí".  ¿Quién fue primero, pues?

No recuerdo cómo era adentro, pero después de voyeurear a mi hija Lena durante algunos meses vía ultrasonido, pude percatarme de que ni un loft en Wall Street ni un bungalow en Las Hadas le llega al útero.

¿Entonces? Surgen varias dudas estúpidas: ¿Es posible que un feto "se queje" sin que sea esto interpretado como un mero "estímulo-respuesta"? O mejor aún: ¿Acaso tiene relevancia que la anterior pueda ser considerada una duda legítima? O ya poniéndonos escandalosos: ¿Es un feto una persona?

No debería incluso haber controversia sobre el asunto.  Dr. House dice que nel, que un feto es un feto, hasta que en ese capítulo donde tiene que hacerle cirugía a uno porque trae un rollo cardiaco que está afectando a la madre, saca su bracito al más puro estilo Alien the 8th passenger, y con la manita le agarra el dedo.  A partir de ahí le llamó "bebé".  Sociopatía light para televidentes de cuarta.

No pude haberme quejado antes de llegar. Mi jefa sí, por eso llegué hasta aquí sin siquiera pedirlo.  Fue primero la queja, aunque sinceramente y después de todo, no creo que importe un bledo.  No es como el huevo y la gallina; no una paradoja ni una duda razonable.  Son solo ganas de escribir sobre nada.

Existencialismo light para escritores de quinta.  Porque está la queja, y estoy yo.


1 comment:

estulta said...

algunos vinimos a este mundo a ser una queja eterna